LA HORRA. Visitas a la historia por Juan Ruíz García

  LA HORRA. Visitas a la historia por Juan Ruíz García

Tenía muy mala leche La Horra. Sí, Aixa bin Muhammad ibn Ahmar, la reina consorte de Granada, casada con Muley Hacén y madre, por tanto, de Boabdil, el último monarca granadino tenía mala baba y un par de ovarios bien puestos. Estoy de acuerdo en que le sentara mal que su marido se casara con Isabel de Solís y que la relegara y mandara a vivir al palacete del Albaicín, pero la cantidad de intrigas que pudo hacer no la puedo ni recordar de tantas que hizo.

La apodaron Horra porque era muy honesta, incorruptible decían, y era una mujer que conocía bien la política y la utilizó, más por sed de venganza que por favorecer a su hijo el Zogoibi (Desgraciado o desdichado) al que no distinguió precisamente por sus halagos y mimos, sino que lo trató con dureza incluso delante de gentes de su corte.

Isabel de Solís era hija del alcaide y comendador de Martos don Sancho Jiménez de Solís y en una de las escaramuzas organizada por Muley Hacén la hicieron prisionera y llegó a La Alhambra como esclava. Pero su belleza era tanta que el monarca se enamoró perdidamente de ella y pretendió hacerla suya, pero Isabel no se dejó y aquello espoleó aún más la fijación del rey granadino.

Isabel le dijo al monarca que sólo entraría en la cama del hombre con quien se casara. Él insistió y le hizo muchos regalos hasta que venció su resistencia y ella también se enamoró. Se convirtió al islam y se casaron, pasando a ser la primera esposa de Muley Hacén.

Esto enfadó mucho a Aixa la Horra y procuró hacerle la vida imposible en el palacio, pero Isabel era consciente del poder que tenía sobre el rey y le dijo el acoso que sufría por parte de la que hasta entonces había sido la primera esposa y el puñetero la mandó a vivir al Albaicín.

Verse relegada y expulsada de La Alhambra fue algo que no soportó y desde entonces se dedicó a enredar y hacerle jugarretas al marido hasta hacer que su hijo se coronara en ausencia del padre.

Hacén se fue con su hermano El Zagal y abdicó en él en lugar de aceptar a Boabdil y se fue a Marruecos con Isabel de Solís.

Aixa se alió con la familia de los Abencerrajes y conspiró todo lo que pudo contra su esposo, casó a Boabdil con la hija de Aliatar y se aseguró así la fidelidad del ejército granadino, pero no se conformó con eso, azuzó a su hijo para que luchara contra los Reyes Católicos y puso  muchas trabas a las decisiones que tomaba, especialmente aquellas que se referían a pactos con los monarcas castellanos.

Llegó a impedir que la entrega de Granada se hiciera el 1 de enero de 1492 como estaba pactado, por lo que doña Isabel y don Fernando mandaron subir aquella noche a don Gutierrez de Cárdenas para obligar a Boabdil a cumplir lo firmado.

Lo dicho, que tenía muy mala leche.

Juan Ruíz García