‘DEPORTE Y ELECCIONES’ (Julian Méndez)

‘DEPORTE Y ELECCIONES’ (Julian Méndez)
Por mi experiencia en competiciones deportivas, sé que siempre es positivo tener un poquito de nervios durante un partido. Te ayudan a rendir al máximo. Cuando tu intención es darlo todo y demostrar lo que has aprendido durante tu larga preparación, uno puede ir a la competición con el pulso firme y la conciencia tranquila por el trabajo bien hecho durante años. En este caso, cuatro.
Por el contrario, un exceso de nervios en la competición casi siempre resulta catastrófico. Puede surgir por culpa de malas actitudes al afrontar determinadas situaciones: ¿Tienes una ambición desmedida que no podrás saciar por tu falta de preparación? ¿Creías que ganar iba a ser fácil porque no esperabas que a estas alturas tu oponente te plantase cara? ¿Tu rival es cada vez más duro y no sabes qué hacer? Los nervios pueden hacerte cometer errores y es frecuente que un mal deportista, decepcionado por el resultado, reparta las culpas hacia su equipo técnico.
Sigamos hablando de Deportes, pero en este caso, ya sin ambages, de su gestión municipal.
Comprendo los nervios desmedidos en un Partido Socialista que, en su etapa en la concejalía, con la candidata en el cargo, abandonó cualquier tipo de gestión: sin contacto con los clubes, sin apoyo económico ni logístico, sin inversiones en instalaciones y sin planificación futura. Las pocas inversiones realizadas, como la del suelo del Pabellón del Complejo Deportivo de El Paretón, acabaron en desastre: un pabellón con un suelo nuevo se convirtió en inutilizable. No es buena señal que cuando se le recuerda aquel error (subsanado este año con un nuevo desembolso) elija echar las culpas a las técnicos de la Concejalía. Tampoco es buena señal que antes de hablar con su “socio preferente” prefiera denunciar sus pancartas pasando por encima de acuerdos. Tampoco lo es que se ponga de perfil a la hora de defender a los usuarios de la Piscina Cubierta de los incumplimientos deliberados de la empresa concesionaria. A nadie se le escapa el hecho de que sólo haya estado para las fotos.
Comprendo sin duda también los nervios en el Partido Popular. Un PP que está detrás de los grandes problemas de las instalaciones deportivas de Totana: dispersión de las instalaciones, deuda desorbitada por pelotazos como el de la Ciudad Deportiva, falta de personal, abandono del mantenimiento en instalaciones y falta de apoyo durante años a clubes deportivos, incumpliendo promesas. Llegan al ‘examen’ sin argumentos de ningún tipo.
Estos cuatro años, la primera vez que Ganar Totana-IU asumía las competencias de Deportes en el Ayuntamiento, han cambiado muchas cosas. Por primera vez tras más de 40 años, se ha renovado la depuradora de la piscina del Polideportivo Municipal, con una inversión de 80.000€ que será rentabilizada en unos años por las enormes pérdidas de agua y dinero que ocasionaba el utilizar la anterior depuradora, obsoleta. Una buena muestra de cómo se gestiona un Ayuntamiento con pocos recursos gracias a una buena planificación. Gracias precisamente a la buena gestión económica, por primera vez después de más de 10 años se han vuelto a conceder subvenciones a clubes deportivos, con quienes además se ha mejorado la comunicación y se ha colaborado para la atracción a Totana de eventos deportivos de referencia. Se han realizado además inversiones en instalaciones como el Pabellón Municipal, el Polideportivo, la Ciudad Deportiva o el Complejo Valle del Guadalentín de El Paretón, entre otras.
Además, se han elaborado proyectos para futuras actuaciones y se ha exigido colaboración a la Consejería de Deportes, por su falta de inversiones en Totana y por las tremendas necesidades de instalaciones como los campos de fútbol de la Ciudad Deportiva o la pista del Pabellón Manolo Ibáñez, por las consecuencias de los años de abandono del Partido Popular.
No me cabe duda, por todas estas razones, de quiénes acudimos a la cita del día 28 con la conciencia tranquila y los nervios sanos de antes de una final, y de quiénes, por el contrario, acuden con la ansiedad del que se veía favorito y ve que el partido se le escapa.
Julián Mendez