Ecuador en la encrucijada : sin justicia no habrá paz. (Artículo de Vicente Cervantes)

Ecuador en la encrucijada : sin justicia no habrá paz.  (Artículo de Vicente Cervantes)
Ecuador en la encrucijada : sin justicia no habrá paz.  (Artículo de Vicente Cervantes)
Ecuador en la encrucijada : sin justicia no habrá paz.  (Artículo de Vicente Cervantes)
Ecuador en la encrucijada : sin justicia no habrá paz.  (Artículo de Vicente Cervantes)

Cuatro de cada diez personas sufren pobreza multidimensional: además de la precariedad económica no tienen acceso o acceso mínimo y en malas condiciones a servicios básicos como salud, educación, vivienda, agua o pensiones…

En cinco años de gobiernos neoliberales (Moreno + Lasso) se están desmontando los avances sociales, económicos y de seguridad pública conseguidos en la década 2007-2017, liderada entonces por el economista Rafael Correa.

El combustible ha duplicado su costo, en diversos tipos, lo que multiplica el precio de productos básicos, lo que unido a la especulación, hace imposible la supervivencia. Por ejemplo, media docena de huevos, en algunas zonas alcanzan el costo de 8 dólares. El aceite de girasol, a 6 dólares. Es más barata la marihuana, como dato anecdótico.

En los hospitales falta de todo. Mucha gente se muere por carencia de insumos básicos sanitarios. Y se han despedido a más de 3.000 médicos, para favorecer la sanidad privada y los negocios de amiguetes del gobierno del banquero Guillermo Lasso, miembro del Opus, por cierto.

Con el recuerdo del estallido social de Octubre de 2019, y tras un año de presuntos diálogos de entretenimiento y sin resultados entre el gobierno y la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador), se produce el hartazgo, y se desarrolla un Paro Nacional Indefinido desde el 13 de junio, que enfrenta una fuerte represión y militarización, con Estado de Excepción en varias provincias, desafiado por el pueblo movilizado.

Recientemente, la policía ha desalojado “espacios de paz” como la Universidad Central del Ecuador, vulnerando la Autonomía Universitaria, a golpe de tolete (porra), gases lacrimógenos y hasta perdigones, masacrando a mayores, mujeres y niños y niñas que descansaban. O el desalojo de la Casa de la Cultura, donde se celebraba una multitudinaria asamblea. Por no hablar de dos horas seguidas de bombardeo de gases lacrimógenos y hasta granadas contra la multitud en el Parque del Arbolito.

Hasta el domingo 26 de junio, se contabilizan 5 personas asesinadas por las fuerzas policiales y militares, 8 personas desaparecidas, centenares dañadas por heridas o crisis respiratorias (gases lacrimógenos), e incluso desubicación de menores, debido a la dispersión y la represión, …lo que está siendo denunciado por organismos como Amnistía Internacional.

Miles y miles de personas de las comunidades indígenas se han desplazado hasta la capital Quito para expresar su descontento y apoyar el pliego de peticiones de 10 puntos que exigen las organizaciones indígenas. Más sectores populares se unen a este movimiento: taxistas, transportistas, estudiantes, trabajadores y trabajadoras, mujeres, educadores, intelectuales y artistas…

Veamos:

1.-Reducción y no más subida del precio de los combustibles.

2.-Alivio económico para más de 4 millones de familias con la moratoria de mínimo un año y renegociación de las deudas con reducción de las tasas de interés en el sistema financiero (bancos públicos, privados y cooperativas). No al embargo de los bienes como casas, terrenos y vehículos por falta de pago.

3.-Precios justos en los productos del campo

4.-Empleo y derechos laborales. 

5.-Moratoria a la ampliación de la frontera extractiva minera/petrolera, auditoría y reparación integral por los impactos socioambientales.

6.-Respeto a los 21 derechos colectivos: Educación Intercultural Bilingüe, justicia indígena, consulta previa, libre e informada, organización y autodeterminación de pueblos indígenas.

7.-Alto a la privatización de los sectores estratégicos, patrimonio de los ecuatorianos/as. (Banco del Pacífico, hidroeléctricas, IESS, CNT, carreteras, salud, entre otras).

8.-Políticas de control de precios y la especulación en el mercado de los productos de primera necesidad, que hacen los intermediarios y abuso de precios en los productos industrializados en las cadenas de supermercados.

9.-Salud y educación. Presupuesto urgente frente al desabastecimiento de los hospitales por falta de medicinas y personal. Garantizar el acceso de la juventud a la educación superior y mejoramiento de la infraestructura en escuelas, colegios y universidades.

10.-Seguridad, protección y generación de políticas públicas efectivas para frenar la ola de violencia, sicariato, delincuencia, narcotráfico, secuestro y crimen organizado que mantiene en zozobra al Ecuador.”

Cuestiones bastante razonables, a las que se suman los reclamos de otros sectores que convergen en la protesta.

Especialmente interesante es la dinámica paritaria que se aprecia en iniciativas lideradas por mujeres indígenas y mestizas, el uso del lenguaje inclusivo por la práctica totalidad de líderes hombres y mujeres. Quito no sólo es la mitad del mundo, a los cero grados de latitud, sino todo el mundo, incluyendo a hombres y mujeres.

Como era de esperar, también se mueven las cosas en el ámbito político-institucional. UNES (Unión por la Esperanza), la bancada progresista, afín al correísmo, ha sacudido el tablero, con una audaz (y ética) estrategia poniendo sus cargos a disposición del pueblo, de forma individual, y de forma pública, solicitando a la Asamblea Nacional, la destitución del Presidente, vía artículo 130 de la Constitución vigente de 2008 . Análoga a lo que por estas latitudes sería una Moción de Censura.

La cuestión es que para arrancar hace falta un tercio del Parlamento, mientras que para conseguir el objetivo hacen falta dos tercios de apoyos, es decir, 92.

La cuestión mete mucha presión a los y las asambleístas restantes, incluyendo el presunto brazo político del movimiento indígena, Pachakutik, que está dividido entre quienes han llegado a acuerdos (parece que muy personales y familiares), la mayoría y quienes se denominan “rebeldes” que actúan coherentemente de acuerdo con el mandato de las comunidades.

En las próximas horas veremos hasta donde se tensa la cuerda y cómo se excusan el resto de asambleístas para explicar su posición de voto, apoyando al gobierno por activa o por pasiva. Y por consiguiente siendo cómplices y conniventes con la represión y la masacre contra el pueblo.

Al inicio del Paro, más de un 80 por ciento de la opinión pública ecuatoriana rechazaba la gestión del presidente banquero. Tras dos semanas, no parece que eso haya disminuido.

Objetivamente, UNES, la Bancada de la Dignidad, se convierte en el polo que galvaniza y expresa el descontento del pueblo, hasta el punto que el máximo líder indígena, Leónidas Iza se ha pronunciado en favor de apoyar la iniciativa, que supondría la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones presidenciales y legislativas en un plazo de tres meses.

Por otro lado, el abogado constitucionalista Pedro Granja, puso en marcha una petición de revocatoria de mandato, mediante la recolección de firmas, para someter a consulta la continuidad del presidente. El Consejo Nacional Electoral, mediante diversas maniobras está retardando la entrega de pliegos oficiales para tal fin. En fin,…por muchas flores que corten, no podrán detener la primavera del pueblo.

Y también hay que considerar que las políticas económicas del opusdeista neoliberal Guillermo Lasso y sus narco-generales, están perjudicando a las empresas exportadoras de banano y flores, a las textiles, cárnicas y lácteas, automovilística, e incluso al poderoso Banco del Pichincha. Hay una disputa intra-oligarquía, o entre distintas facciones de la burguesía ecuatoriana. No sólo están siendo fastidiados los sectores más pobres. Algo tendrán que decir y hacer esos sectores y sus expresiones políticas-parlamentarias. O deberían. Incluso La Embajada,…

Por lo pronto, el lunes 27 comienza el paro de transportistas. Y las comunidades indígenas, que son fundamentalmente campesinas, tienen la llave para dosificar los alimentos que llegan a las ciudades. Crucial.

Y en otro orden de cosas, en la Constitución de 2008 , se dice: “Art. 98. – Los individuos y los colectivos podrán ejercer el derecho a la resistencia frente a acciones u omisiones del poder público (…)”.

Además de que sobren razones, parece que hay que demostrar fuerza.

De las actitudes benévolas y hasta ingenuas de los diversos liderazgos, en los primeros días del paro, entendiendo que asistían muchas razones al movimiento y que no cabía una respuesta represiva y agresiva por parte del gobierno, parece que las cosas evolucionan en otro sentido, tras sufrir todo lo sufrido en estas dos semanas.

Ante las dantescas imágenes vividas de cerca, viralizadas en las redes, a pesar del vergonzoso silencio y la manipulación de los medios oficiales (propiedad de banqueros, por cierto), y la labor heroíca de medios comunitarios (aún sorteando los inhibidores de señal de la policía), parece que sectores importantes se están radicalizando y mentalizando para un conflicto más duro y sostenido.

Quizás por la experiencia acumulada en el levantamiento de Octubre de 2019, y por mimetismo con lo vivido el pasado año en la vecina Colombia, se ha podido observar a bastantes personas equipadas con escudos caseros, garrafas de agua para hidratar y ahogar bombas lacrimógenas, con las omnipresentes lanzas indígenas, así como cohetes pirotécnicos (voladores) para frenar a la policía e incluso desestabilizar drones (que fijaban objetivos como el asesinado activista Henry en el Parque del Arbolito).

Hasta ahora, hay enfrentamientos simples, “guerra de posiciones”, frente a frente, en plan masivo. No ha evolucionado todavía la cuestión hacia “guerra de movimientos”, que “divida las fuerzas de la resistencia civil” para “multiplicar el hostigamiento” en pequeñas unidades móviles, hacia cualquier acción que signifique agotar física y psicológicamente (e incluso logísticamente) a las fuerzas represivas, e incluso cortar las rutas de suministro y tránsito. Si alguien decide  que el miedo cambie de bando, incluyendo acciones en barrios ricos (de gente de bien),….pues no sabemos qué puede pasar.

Lasso ha declarado la guerra, parece que va a tenerla. Ha preferido pasar de la fuerza de la razón, a la razón de la fuerza. Ahí también juega el pueblo.

La articulación de grupos más radicalizados se concreta en el lema: “Con Octubre en la memoria, luchar hasta la victoria”. Si aceleran los tiempos de coordinación, determinación y combatividad, pueden influir muy mucho en el escenario. Veremos.

Los próximos días nos pueden estremecer. Porque sin justicia no hay paz.

Vicente Cervantes. 26.06.2022