Isabel María Sánchez Ruiz. Fue la primera alcaldesa de Totana. Especial 8 de marzo. Protagonistas, las mujeres

Isabel María Sánchez Ruiz. Fue la primera alcaldesa de Totana. Especial 8 de marzo. Protagonistas, las mujeres
Isabel María Sánchez Ruiz. Fue la primera alcaldesa de Totana. Especial 8 de marzo. Protagonistas, las mujeres
Isabel María Sánchez Ruiz. Fue la primera alcaldesa de Totana. Especial 8 de marzo. Protagonistas, las mujeres
Isabel María Sánchez Ruiz. Fue la primera alcaldesa de Totana. Especial 8 de marzo. Protagonistas, las mujeres
Isabel María Sánchez Ruiz. Fue la primera alcaldesa de Totana. Especial 8 de marzo. Protagonistas, las mujeres
Isabel María Sánchez Ruiz. Fue la primera alcaldesa de Totana. Especial 8 de marzo. Protagonistas, las mujeres

Actualmente es diputada del Grupo parlamentario popular en la Asamblea Regional.

Isabel María Sánchez Ruiz hizo historia hace algo más de una década  al convertirse en la primera alcaldesa del municipio. Tras cuatro años al frente del Ayuntamiento de Totana
pasó a la oposición. Desde hace tres años es diputada regional por el Partido Popular.

Isabel nació en 1971 en el Hospital militar de Cartagena, ciudad donde su padre se encontraba cumpliendo el servicio militar, aunque ambos progenitores eran de El Raiguero de Totana.
Siendo ella apenas un bebé su padre se fue a trabajar a Francia y pasados unos meses tanto ella como su madre se reunieron con él en el país galo, donde ya nació su hermano años después. Allí, permanecieron hasta el año 1986 en que regresaron cuando Isabel tenía 15 años.
En Francia la familia residió primero en Bonnieux, situado a los pies de los Alpes y posteriormente, cuando ella tenía unos 9 años, se trasladaron a Eyragues, donde ya permanecieron hasta su regreso a España.
A pesar de la difícil edad, el regreso a Totana no le resultó traumático pues estaba acostumbrada a venir en períodos vacacionales y le gustaba ver a sus abuelos y demás familia y sobre todo reencontrarse con sus primos.
La única y no poco importante pega fue que la vuelta a Totana la familia la hizo a mediados del curso escolar.
A Isabel, que estaba cursando 2º de BUP, le resultó complicado seguir el ritmo educativo, sobre todo por la barrera del idioma, pues ella sabía hablar español, aunque con un estilo
muy afrancesado, pero apenas sabía escribirlo. Por ello, confiesa que acabó abandonando los estudios, principalmente por la barrera que supuso el idioma en ese momento.
Tras dejar los estudios se incorporó al mundo laboral, trabajando en un almacén.
Por esa época conoció a su marido. Se quedó embarazada muy joven de su hija mayor, con solo 17 años. Tras trabajar en varias empresas hortofrutícolas se empleó en un supermercado
hasta que se quedó embarazada de nuevo de su hijo. Ya con dos hijos se planteó que quería aspirar a algo más profesionalmente hablando y decidió aprovechar que disponía de más tiempo, al estar convaleciente tras una operación del túnel carpiano de una de las manos, para retomar sus estudios y cursó Administrativo a distancia en el IES San Juan Bosco y realizar en la Escuela de Idiomas el primer ciclo de inglés.
También trabajó en una joyería y una agencia de viajes y se presentó a unas oposiciones para ser profesorade Formación Vial, que aprobó en marzo de 2008.

Sólo dos meses después de aprobar la oposición ya se lanzó a la piscina e inauguró la Autoescuela SobreRuedas que sigue regentando en la actualidad junto a su marido y su hija.
Isabel es una persona emprendedora que abrió su negocio en plena crisis pero que ha sabido, a fuerza de trabajo, consolidar su autoescuela, un trabajo que le resulta especialmente
gratificante. En este sentido, reconoce que “los comienzos fueron difíciles por el contexto de crisis económica y porque teníamos que partir de cero y hacernos un hueco en el sector”. Dice
que le gusta mucho su trabajo, “sobre todo lo que tiene que ver con la formación, el poder ayudar a gente que acude para sacarse el carné a cumplir sus objetivos, el trato con la gente...”
Entre sus metas o proyectos profesionales Isabel argumenta que aspira a “seguir trabajando de la misma manera” y quiere destacar que su autoescuela fue de los primeros centros
de la Región de Murcia en digitalizar los equipos y contar con pizarra digital, pantallas táctiles…
Pero Isabel siempre ha sido una persona comprometida con la vida social del municipio, no en vano fue presidenta de la asociación de vecinos de los barrios Olímpico, Las Peras, Triptolemos y La Estación, un cargo que mantuvo durante años y que dejó al ser elegida
alcaldesa.
En 2007 concurrió por vez primera a las elecciones municipales en la lista del Partido Popular que encabezaba José Martínez Andreo. Tras la propuesta recibida decidió comprometerse
con el proyecto, pero lo hizo con el compromiso de no ir en un puesto de salida, porque se encontraba preparando oposiciones y no disponía de mucho tiempo. “Soy una persona que
cuando me comprometo con algo me gusta dar el 150% y por eso acepté colaborar pero ir en un puesto que hiciera poco probable salir elegida concejal”, explica, mientras recuerda que la sorpresa se dio cuando el abultado resultado cosechado por el PP, que logró 13 concejales, propició que precisamente ella, que iba en ese puesto de la candidatura, acabara siendo edil.
Desde el principio de la legislatura asumió la Concejalía de Comercio, Artesanía y Consumo y al año y medio también la de Turismo. Precisamente, llevar la Concejalía de Artesanía fue
para ella una de las experiencias más gratificantes, pues le permitió acercarse a un sector para ella desconocido y trabajar por él. En este sentido se congratula de que posteriormente en su etapa como alcaldesa fuera presidenta de la Asociación Española de ciudades de la cerámica y vicepresidenta de la Agrupación europea de las ciudades de la cerámica.
En la convocatoria electoral de 2011 fue la candidata a la Alcaldía por el Partido Popular y al revalidar esta formación la mayoría, fue elegida alcaldesa, convirtiéndose así en la primera
mujer en alcanzar este cargo en el municipio.
El balance que hace de su etapa al frente del Consistorio lo califica como positivo: “Soy una persona que siempre me quedo con lo bueno y por ello, a pesar de la difícil situación económica del Ayuntamiento, que hizo que tuviéramos que tomar decisiones difíciles y eliminar lo superfluo, conseguimos garantizar los servicios básicos”.
Además, resalta de esa legislatura, que se llevó a cabo la apertura del Centro de Salud Totana Sur y el colegio La Cruz, proyectos que estaban ya iniciados, el impulso de La Bastida o la
conversión a centro de día del centro Princesa Letizia.
En 2015 repitió como candidata pero su partido perdió apoyos en las urnas y finalmente el acuerdo entre PSOE e IU hizo que estuviera cuatro años como concejal en la oposición. En la presente legislatura ya no fue en las listas del PP totanero a las municipales, aunque
sí en las regionales, de manera que desde 2019 y hasta la fecha es diputada
del Grupo parlamentario popular.
Además, a nivel orgánico es secretaria del área de Comercio y Artesanía del PP regional.
Esta etapa como diputada la está viviendo con intensidad. Dice que es “otro tipo de política, menos cercana a veces, pero donde trabajas y legislas para solucionar problemas de toda la
Región”.
Sobre su futuro en el mundo de la política lo tiene claro: “En política hay que estar con la maleta siempre hecha.
Para mí es un orgullo haber podido trabajar para mejorar la vida de mis vecinos como concejal y alcaldesa, y ahora tabién desde mi posición como diputada hacerlo para todos los ciudadanos de la Región, pero no me fijo metas”.
“Yo tengo mi empresa y trabajo al que poder dedicarme de nuevo en cuerpo y alma si ya no estoy en primera línea de la política, y en este sentido estaré siempre a lo que decida mi partido. De momento, trato de dar lo máximo de mí y me siento muy agradecida por la
oportunidad que me han dado en mis diferentes etapas en el mundo de la política,
por lo que siempre estaré a lo que decida mi formación para mí y apoyando y colaborando, ya sea en un cargo público u orgánico o como una simple militante de base”, agrega.
Cuando sus obligaciones se lo permiten, entre sus aficiones se encuentra practicar pádel y montar en bicicleta.
Sobre todo le gusta realizar rutas por la sierra los fines de semana, también andando, pero sobre todo en su bicicleta de montaña.
Es una mujer a la que no le asusta el trabajo y por eso también tiene que sacar tiempo para atender, junto a su familia, los parrales que posee.
Aparte del deporte, le gusta compartir tiempo con amigos y, cuando la situación lo permite, viajar. Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Tailandia, Malasia… han sido algunos de sus
destinos. “Me encanta viajar y conocer nuevas culturas porque te permite abrir la mente, desconectar y cargar pilas de una manera importante”, indica.
Como defectos, Isabel dice de sí misma
que es “atascada, como dice mi madre” y como virtudes señala que, aunque es algo que deberían decir los demás, se considera “trabajadora incansable, formal y seria y también obstinada, porque cuando empiezo algo me gusta terminarlo”.
Como mujer, agradece haber crecido en una familia “donde se ha inculcado que a las personas hay que valorarlas por su trabajo y capacidad” y reconoce no haber sentido situaciones de desigualdad o discriminación por ser mujer, aunque es consciente de que “hay
determinadas zonas donde hay mucho trabajo por hacer”. Por ello opina que el 8 de marzo es una jornada “para dar visibilidad de lo mucho que se ha conseguido pero también de lo que queda por hacer”.
A nivel personal se considera “afortunada” y por ello define así sus sus deseos o sueños: “Seguir trabajando en lo que me gusta y disfrutar de mi familia y mi sueño: viajar por todo el mundo y conocer los países donde no he estado y sus culturas”.

Totana Noticias - Linea Local