JAQUE A LA DAMA Todo el mundo sabe que, sobre el tablero, el caballo es uno de los mayores peligros que acechan a la dama, si ésta es capturada la partida está prácticamente perdida, por eso la dama no puede caer. (Artículo de opinión José Munuera Lidón)

JAQUE A LA DAMA Todo el mundo sabe que, sobre el tablero, el caballo es uno de los mayores peligros que acechan a la dama, si ésta es capturada la partida está prácticamente perdida, por eso la dama no puede caer. (Artículo de opinión José Munuera Lidón)

Lo que viene a continuación es una ficción literaria cuya coincidencia con la realidad que hoy vivimos en España, en el caso de existir, sería casual. 

Transcripción de una conversación interceptada por los medios de escucha del “país hermano” mediante el sistema “Pegasus” en el dormitorio de un palacio, a las afueras de Madrid:

-“Cariño…”

-“Dime amada mía”

- “Han llamado de ese país africano que visité el mes pasado para preguntar cómo va la ayuda al desarrollo de la que te hablé”

-“Mañana la aprobaremos, amada mía”

-“¿Y que les vamos a enviar como ayuda cariño?”

-“Mascarillas inservibles de la marca Koldo”

“¿Y cómo se van a pagar cariño?”

-“No te preocupes amor mío soy doctor “cum laude” en economía circular” 

Como dice el refrán “Dios los cría y ellos se juntan”

Hubo un tiempo en el que la esposa de un dirigente era solo eso, su pareja, pero esto no cuadra con el feminismo, ni con la igualdad de género, promovida por la progresía imperante. Y la esposa de un corrupto que alardea de feminista, no puede conformarse con ser una “mujer florero” para llegado el caso, declarar lo mismo que otras ante el juez, cuando decían:  ”No me había dado cuenta que mi marido tenía una colección de Rolex de oro en el cajón de la mesilla”. Las connotaciones machistas de este comportamiento abnegado son las que impelen a una esposa de presidente que se precie para estar a la altura, siendo protagonista incluso de la corrupción de su marido. 

Quien no recuerda a Juan Guerra o al clan “Pujol-Ferrusola” aquel en el que Marta, más conocida como “La Madre Superiora” era la “primera dama” de ese “cortijo” donde se “parla” en catalá.

Poca gente se acuerda de Jordi Pujol, el gran maestre de esa orden monacal cuya religión es la corrupción y de la que solo pueden ser miembros quienes sean “corruptos por la patria”, aquellos que cuando son descubiertos en su latrocinio replican: “Investigar a mi esposa es atacar a la democracia…”

La democracia española, sin duda, ha involucionado hasta el punto de que es antidemocrático investigar a quienes, ostentando el poder, pululan meando por las esquinas con la misma impunidad de la que gozan esos perros que van sembrando excrementos durante el paseo matutino, mientras su dueña se hace la distraída escudriñando el móvil. 

Nadie puede negar que en España hemos tocado techo en igualdad de género, cuando una esposa que se precie de serlo es capaz de escribir con descaro cartas de recomendación para, a cambio de no se sabe que, influir en la adjudicación de partidas otorgadas por aquel con el que duerme, poniendo de ese modo en evidencia la perversión de quien responde a los escándalos escribiendo cartas de amor y presumiendo de demócrata.

José Munuera Lidón 

PD/ Artículo dedicado a esos humildes asalariados que perciben una nómina por dedicar su tiempo a escudriñar las redes sociales en busca de artículos y comentarios que denuncian la desvergüenza de personajes corruptos que descaradamente mangonean en pareja.