MARX SE QUEDO CORTO. Consecuencias cuando los que legislan no representa el pueblo. (Artículo de José Munuera Lidón.)

Groucho Marx se quedó corto escribiendo los guiones de sus películas. La inspiración que hoy le brindan aquellos que públicamente luchan para instaurar una dictadura del proletariado, mientras vociferan proclamando “alertas antifascistas” al mismo tiempo que ostentan el poder en España, es cuanto menos patética Su cara dura les permite comprar chalets de lujo, convirtiéndose en el ejemplo de lo que todo buen comunista desearía poseer sin trabajar ya sea blanqueando dinero de dudosa procedencia o mediante cobarde ocupación usando la fuerza apoyados por vergonzosas leyes antidemocráticas que consienten el atropello del trabajador honrado, quebrantando un pilar fundamental para la libertad de las personas llamado "propiedad privada".

Si Groucho Marx después de resucitar hiciese una película sin duda la haría sobre la ocupación de viviendas en España. El choque que este genio sufriría al despertar de su letargo sería tan potente que no dejaría de plasmarlo en una de sus inmortales cintas……

Me imagino a Harpo (el mudo) en una casa ocupada junto con sus hermanos “hablando……por señas” con el dueño de la vivienda a través de una ventana. mientras Groucho, Chico y Zeppo están dentro, en una habitación, jugando a las cartas.

Al escuchar al dueño, como pide a Harpo (el mudo) que abandonen la casaGroucho desliza el puro que se está fumando hacia una comisura de los labios y le hace señas a su hermano Harpo (el mudo) para que le pregunte al propietario si trae una orden de desahucio.

De pronto el otro hermano, Chico exclama “ ! Repóquer de ases! “ al tiempo que le salen unas cartas por la manga y su hermano Zeppo dice….. “menos mal que estamos jugando sin dinero”.

Sin duda los hermanos Marx se quedaron cortos en sus películas de humor al no imaginar hasta qué punto podía degenerar la progresía, que en un cierto momento ellos representaron, defendiendo la libertad mediante la transgresión de las formas sociales sin ser conscientes de que transgredir lo formal llevado al extremo de la ocupación ilegal conlleva destruir los cimientos de la libertad.

José Munuera Lidón