Colombia: ¿Qué más? ¡Dignidad en Primera Línea!

Colombia: ¿Qué más? ¡Dignidad en Primera Línea!

Desde el 28 de abril pasado, el pueblo colombiano está, más que nunca, #EnPieDeLucha, desarrollando, de forma indefinida y muy masiva, un #ParoNacional, en resistencia frente a las nuevas medidas de “austeridad” del gobierno uribista de Iván Duque.

            Como se trata de Colombia, una pieza clave del Imperio Norteamericano en la zona de Latinoamericano y Caribe, esto no abre noticiarios de los grandes medios de persuasión de masas, aunque se verifiquen inhumanas atrocidades cometidas por los aparatos represivos legales (policía, ESMAD – Escuadrón Móvil Antidisturbios), para-legales (parapoliciales, paramilitares, mercenarios,…) contra el pueblo desarmado. Asesinatos selectivos, o indiscriminados, detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones, tratos inhumanos, vejatorios, degradantes, agresiones sexuales, …delitos de odio contra manifestantes afrocolombianos, indígenas,…represión con armamento de guerra, con armas prohibidas, con francotiradores desde helicópteros o disparos desde BMR (Blindados Medios sobre Ruedas).

Diversos organismos como Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Human Rights Watch (HRW), y la ONG Temblores ( http://www.temblores.org ), entre otras muchas, documentan el genocidio sufrido durante muchas décadas ( http://www.derechos.org/nizkor/colombia/ong.html ).

 Como les sucede a otros sectores juveniles de Chile, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Honduras, Panamá,…en los últimos tiempos, la juventud colombiana ha dicho basta y ha despertado. Especialmente la de los barrios más humildes, más precarios y más “invisibles”, quienes aportan la fuerza de trabajo que hace posible que funcione una parte de la economía productiva, de servicios y de cuidados del país.

Como pasa en otras latitudes, de forma masiva, la juventud de Colombia también ha roto los límites de temor e inacción que habían configurado 20 años de uribismo y “seguridad democrática”, frente a las insurgencias sociales, sindicales y políticas,…no sólo las guerrilleras.

La movilización juvenil que se desarrolla ha contribuido a la disolución de ese temor, incluso aunque su accionar ha sido respondido con injustificado autoritarismo represivo, con muertes simbólicas de artistas disidentes y otras decenas de personas. Es la imparable rebelión de “l@s vándal@s”.

Es la rebelión que tiene en Primera Línea, a jóvenes que quieren otro futuro, más exactamente, FUTURO. No tienen nada que perder más allá de la vida, o algún ojo como ya ha sucedido en otras revueltas vecinas. Con firme convicción en la legitimidad de la protesta, de sus demandas, el temor al accionar represivo ha sido sobrepasado por la firmeza y la determinación de luchar hasta vencer. Esta vez, el apoyo a las movilizaciones ha trascendido (y sobrepasado), las organizaciones tradicionales de todo el arco progresista. Y tradicionales es un decir, por lo dinámico de todos los escenarios, que cambian a ritmo vertiginoso.

Es cierto que el #ParoNacional, que se acerca a las 8 semanas, tiene “daños colaterales”. Puede ocasionar ciertos problemas de movilidad de personas, bienes y servicios. Bien es cierto que es desigual, aunque el epicentro “duro” está en Cali, la sucursal del cielo. También es posible que haya un cierto cansancio, después de tanto tiempo, a pesar de que se hacen recolectas en dinero y en comida para quienes mantienen los bloqueos y sostienen los puntos, defendiéndose frente a las fuerzas policiales, con piedras y punteros laser.

El conflicto está poniendo a prueba a todos los sectores de la sociedad colombiana. A todas las fuerzas actoras habituales, ante la emergencia y la insurgencia de las nuevas formas de autoorganización de sectores juveniles masivos, especialmente en las Primeras Líneas.

            Siguiendo las reflexiones del Profesor de la Universidad de Murcia, Jeisson Martínez, de origen colombiano, del Departamento de Sociología, podríamos apreciar un “quiebre estratégico” del denominado “uribismo sociológico”, difícilmente reversible. Se evidencia que sectores muy amplios, que votaron, desde del miedo (de las guerrillas a las puertas de Bogotá) a Uribe (o incluso a Iván Duque), o han roto abiertamente con esa “forma de gobernar o hacer política”, o está rompiendo en progresión creciente.

            El grito de “Uribe, paraco, el pueblo está berraco”, si bien no es nuevo, ahora está mucho más generalizado, y se le pone mucha más pasión. Más que la frialdad con la que puede escucharlo el expresidente, acostumbrado a eso, es sugerente el alma que ponen sectores muy amplios, en una mezcla de desafío, denuncia, e incluso temeridad,…donde la esperanza supera al miedo.

            Por otro lado, la nueva Administración Biden, del Imperio del Norte, parece que no se lleva muy bien con la Administración Duque. Más bien al contrario. Más allá de los dictámenes profesionales desprejuiciados que suministren las diversas agencias de la Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos, presentes sobre el terreno, parece que la predisposición no es buena. Saben que tienen que ponderar su estrategia exterior, y prepararse para “entenderse” con las nuevas fuerzas que gobiernan o pueden gobernar a corto plazo en la zona, incluyendo a Colombia.

Y tampoco hay buenos augurios de estabilidad para el vecino del sur, Ecuador. A pesar del inesperado triunfo del banquero del Opus Dei, Guillermo Lasso, después de “luchar como Leones” en octubre 2019, pero “votar como burros” en febrero y abril de 2021, diversos sectores se preparan para la re-movilización, entre los que jugarán un papel importante el indigenismo anti-neoliberal de Léonidas Iza y Jaime Vargas (no el de “Yaku” Pérez, que apoyó el Golpe de Estado en Bolivia, contra el Presidente Indígena Evo Morales), y los sectores juveniles, especialmente del Sur de Quito, “fogueados” y vertebrados tras el último levantamiento. Estos sectores, presumiblemente, pueden desbordar y sobrepasar al poder establecido, en un contexto de cierta inestabilidad parlamentaria y confusión estratégica del “progresismo institucional”.

Por no mencionar al otro vecino, Venezuela, que está repeliendo los numerosos intentos de penetración, desde territorio colombiano, de grupos irregulares hostiles, de diversa naturaleza y de diversos tamaños y con diversos “planes”. Todos ellos acompañados por la tecnología de “guerra electrónica” yanqui o israelí. Y todos fracasando, con lo cual sólo se refuerza, cada vez más el otro campo: más de 4 millones de personas armadas en las Milicias Bolivarianas y la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana).

Más bien parece que se abren canales de entendimiento USA-Venezuela, incluyendo diálogo del gobierno de Maduro, con la oposición menos intransigente. No son buenas noticias para Iván Duque, ni para su director en la sombra, Álvaro Uribe Vélez, que además del retroceso “interior”, cosecha derrotas en su estrategia “exterior”.

Volvamos con el extraordinario proceso de la Primeras Líneas, como expresión de la Dignidad y de la Esperanza.

Uno de los elementos novedosos de esta auténtica insurrección popular ha sido el desarrollo y multiplicación de las “primeras líneas” (ya aparecieron en otras expresiones del ciclo de protestas), conformadas en buena medida por personas de los sectores populares más vulnerados, con un alto componente de racialización y cuyas existencias son habitualmente invisibilizadas. Son quienes ponen el pecho, para proteger el derecho a la protesta frente a las embestidas y disparos del temible ESMAD y los grupos parapoliciales que disparan fuego real, ya sean armas cortas o incluso francotiradores desde helicópteros. Sin olvidar otros sistemas como cañones de agua, granadas aturdidoras, gases lacrimógenos, …

Hay que señalar, especialmente, que los movimientos de mujeres y feministas en su conjunto han sido protagonistas excepcionales de este levantamiento popular por sus reivindicaciones, formas de organización, estrategias de lucha y su respuesta colectiva frente a la represión desatada por el Estado colombiano.

La tasa de pobreza afecta al 42 por ciento de la población. Se ha disparado la desigualdad, y el hambre es una trágica realidad diaria para importantes sectores de la población. Esto no es ajeno, obviamente a la crisis sanitaria de la pandemia, que ha ocasionado cerca de 86.000 muertes hasta hoy.

Igualmente ha afectado al llamado “trabajo informal”, que ha aumentado la cantidad de mujeres desempleadas. Esto impacta sobre una crisis de los cuidados, concentrada sobre todo en las mujeres más jóvenes y en aquellas que históricamente han sido racializadas y son un amplio porcentaje de la población más pobre y vulnerable.

Pues bien, hay “Mamás  Primera Línea” como expresión de los cuidados, con sus escudos, sus cascos, sus gafas protectoras, sus guantes,…para enfrentar a los “antidisturbios” (en realidad pro-disturbios”). Curiosamente, cuando no aparece el ESMAD atacando, se desarrolla todo pacíficamente.

Hay Primera Línea Jurídica, que se encarga de atención a las personas detenidas o represaliadas. Hay Segunda Línea para contención activa. Hay Tercera Línea para atención sanitaria,…Incluso se puede verificar que, todo este conglomerado se constituye como expresión de PODER POPULAR, que incluye toda la seguridad de las zonas bajo su influencia. La gente ya confía más en las Primeras Líneas que en las fuerzas policiales, que han decretado como enemigo al pueblo movilizado.

Y, para más sorpresa, hay “Curas Primera Línea”, quienes desde su Opción Preferencial por los Pobres, están de lado del pueblo, con sus pancartas y sus escudos.

Dicen que la palabra convence, pero el ejemplo arrastra.

Hoy, el ejemplo de las Primeras Líneas, integradas en buena medida por l@s “nadie”, es un faro de Dignidad y Esperanza, que se ha ganado la autoridad moral sobre amplísimos sectores sociales.

En 2022, están previstas las elecciones presidenciales en Colombia. El plazo de inscripción de la cédula de identidad para votar comenzó el pasado mes de mayo y termina en marzo de 2022. Parece que esta vez, el fatalismo y el derrotismo, serán superados por la voluntad y la necesidad de cambio de las mayorías colombianas.

Recientemente, se está articulando un denominado Pacto Histórico ( https://es.wikipedia.org/wiki/Pacto_Histórico_por_Colombia )  de todas las fuerzas progresistas, impulsado por el exalcalde de Bogotá, y senador Gustavo Petro, la actriz Margarita Rosa (que leyó la proclama inicial y se considera cercana a Colombia Humana) y el senador Iván Cepeda, para intentar conformar un gran bloque que obtenga 55 curules en el Senado y 86 representantes en la Cámara.

“Con un panorama tan desolador debemos emplearnos sin descanso y con valentía para sacar a nuestro país de la crisis humanitaria, moral e institucional en que se encuentra y que amenaza con arrastrarnos a nuevas violencias. Urge devolverles a los seres humanos de este país, los derechos perdidos, los derechos jamás conquistados, el derecho a tener derechos”, señaló la actriz.

            Dijo que convocarán a la ciudadanía para impulsar las candidaturas al Congreso para el 2022. “Invitamos a este proyecto renovador a las ciudadanías libres, excluidas e indignadas, a lideresas y líderes sociales y ambientales, a la fuerza por la paz”, dijo Margarita Rosa.

Gustavo Petro, dijo que no habrá vetos, que buscarán que sea mayoritariamente femenina, que tenga un componente étnico y que reunirá diversos liderazgos.

Este Pacto Histórico debe hacer un esfuerzo especial por integrar de verdad, con reconocimiento y admiración, a esa juventud excluída, de piel de miel, canela y negra y todas las demás tonalidades y colores, que está poniendo el pecho y el cuerpo, el alma y la vida para cambiar Colombia, con generosidad y altura de miras, con firmeza estratégica, superando el “cortoplacismo táctico”, y la tradicional lucha de “egos”, demasiado frecuente.

A fecha de hoy, en el Pacto Histórico, parece que hay dialogo desde el “centro izquierda” de la Alianza Verde hasta Colombia Humana, el Polo Democrático, Mais (Movimiento Alternativo Indígena y Social), colectividades indígenas, la Unión Patriótica, Todos Somos Colombia, entre otros sectores de izquierda (incluyendo a Comunes) e invitaron a quienes puedan identificarse con sus ideales, entre ellos defender la paz, junto a otros postulados.

A pesar de que dijeron que no habrá vetos, aclararon que no aceptarán a la derecha o “ideas neoliberales”. Se trata de poner a las personas en el centro de la vida, de la economía, de la cultura, de los cuidados, en lugar del capital.

Humanizar la vida, desmercantilizarla.

O cómo termina el Manifiesto de las Primeras Líneas que circula por las redes:

“Cuidar es querer, querer es cuidar. Queremos a nuestro pueblo. Cuidamos a nuestro pueblo. Somos pueblo en marcha. ¡Hasta la Ternura Siempre!.

Desde las calles, como un solo corazón, alzamos nuestros puños rebeldes, mientras enarbolamos nuestros escudos.

Nos quieren en soledad, nos tendrán en común.

Mientras haya voluntad de luchar, habrá esperanza de vencer.

Ven-Seremos”.

Quizás las figuras históricas del progresismo colombiano ( y las fuerzas dialogantes del Pacto Histórico) y muchas otras personas que observamos este ciclo histórico de protestas, nutridas por jóvenes, mujeres, indígenas y comunidades afro de Colombia, debamos estudiar y aprender de lo que está pasando, con toda la humildad del mundo. Y actuar en profunda coherencia con los principios y los discursos.

Recordemos lo que dijo el entrañable poeta uruguayo, Mario Benedetti: “Cuando teníamos las respuestas, nos cambiaron las preguntas”.

Desde el pensamiento crítico, la autonomía militante y la disciplina consciente, debemos ser capaces de mirarnos honestamente en el espejo de las Primeras Líneas, y ser consecuentes.

La tentación (conservadora) de quedarnos donde estamos no es buena idea, ni nos sirve para mucho.

Como recordaba Lewis Carroll, en La Reina Roja en A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (Lewis Carroll, 1871) «Para quedarte donde estás tienes que correr lo más rápido que puedas. Si quieres ir a otro sitio, deberás correr, por lo menos, dos veces más rápido».

¿Serán capaces las personalidades intelectuales y líderes de las fuerzas progresistas de correr tan deprisa como para ponerse a la par de las Primeras Líneas y todo lo que nos están enseñando?

Vicente Cervantes.

Presidente de PUENTE SUR España (movimiento internacionalista). 16.06.2021  -