MIEDO BUENO vs MIEDO MALO. Aurelia García Psicóloga y escritora

MIEDO BUENO vs MIEDO MALO. Aurelia García Psicóloga y escritora

Si tu miedo a enfermar te anima a cuidarte, a llevar una alimentación saludable, a mantenerte en forma física y mental… Entonces, ese miedo es tu verdadero doctor, porque sabe que prevenir es mejor que curar.

Pero si tu miedo a enfermar te produce ansiedad, tristeza, obsesión y te hace ver síntomas donde no los hay… Entonces, ese miedo es un auténtico brujo, porque sabe que, enfermando tu mente, puede enfermar tu cuerpo y, lo que es peor, tu alma.

Si tu miedo a perder a la persona amada te enseña que el amor es como una planta, que necesita cuidados diarios de luz, agua y abono… Entonces, ese miedo será la chispa que avivará constantemente la llama de vuestro corazón.

Pero si tu miedo a perder a la persona amada se convierte en celos desmedidos, transformando tu amor en ira, desconfianza, amenazas, juicios, control… Entonces, ese miedo es un demonio manipulador que hará todo lo posible por romper tu corazón y el de tu pareja.

Si tu miedo al futuro de tus hijos te impulsa a darles la mejor educación, a enseñarles con tu buen ejemplo, a tratarlos con el máximo respeto, a valorarlos y reforzarlos, a compartir con ellos tiempo de calidad y a enseñarles a mostrar emociones positivas… Entonces, ese miedo se llama AMOR.

Pero si tu miedo al futuro de tus hijos te empuja a adiestrarlos como animales a base de gritos, amenazas, insultos, agresividad… O te convence para sobreprotegerlos como si no se supieran valer por sí mismos… O te convierte en un tutor chantajista y manipulador… Entonces, ese miedo es el mayor enemigo para ti y para tus hijos.

Si tu miedo a la soledad te impulsa a salir, cultivar tus amistades y buscar nuevos amigos, viajar, hacer deporte, apuntarte a actividades de ocio, unirte a asociaciones o grupos, dedicar parte de tu tiempo para servir a una causa social… Y a sentir y comprender que tú siempre eres, y serás, tu mejor compañía... Entonces, ese miedo se llama LIBERTAD.

Pero si tu miedo a la soledad te obliga a encerrarte y aislarte en tu cueva, te aleja de tus amistades con miles de excusas y te ahoga en un mar de depresión... Entonces, ese miedo es tu carcelero, y tú eres su prisionero y su víctima sufridora.

Nuestros miedos pueden ser nuestros mayores aliados si los escuchamos con sensatez. O pueden ser nuestros peores demonios si dejamos que tomen el control de nuestras vidas.

¡Tú decides!

 

Aurelia García

Psicóloga y escritora

http://aureliagarcia.blogspot.com