STA. EULALIA VS LA CONSTITUCIÓN. (Artículo de opinión de José Munuera Lidón)

STA. EULALIA   VS   LA CONSTITUCIÓN. (Artículo de opinión de José Munuera Lidón)

No hay más que salir a la calle el día de la Purísima y el día de la Constitución para darse cuenta de la diferencia entre una fiesta tradicional, espontánea y popular, frente a otra de carácter político impuesta a conveniencia. Mientras una tiene su origen en el BOE, otra hunde sus raíces en la tradición cultural de la nación Española, esa que la 2ª Republica Española quiso erradicar mediante el genocidio perpetrado contra la Iglesia con el único ánimo de acallar las voces que desde el púlpito podían frenar esa revolución socialista proclamada mediante una constitución republicana que en su artículo 1 decía: “España se constituye como una República de trabajadores” al estilo de lo que entonces era la URSS de Stalin y hoy son países comunistas donde los que mandan, teóricamente son los trabajadores y como muestra de su invalidez la izquierda española patrimonializa, puesto que de haber sido la 2ª una verdadera república también habría dejado sitio para la derecha, como sucede en países que además de ser republicanos, como Francia o los EEUU también son democráticos, algo que no era la idealizada y fracasada España surgida el 14 de Abril de 1931 por mucho que le pese a quienes jamás reconocerán que fue un tal Stalin y sus agentes quienes movieron los hilos de aquella revolución para la que unas tradiciones católicas eran su mayor obstáculo.

O alguien piensa todavía que la quema de iglesias y el asesinato de mas de 10.000 religiosos fue algo espontaneo y no provocado por agitadores a sueldo y agentes de Stalin infiltrados, como Ramón Mercader asesino de Trotsky en 1940 o su madre Caridad del Rio también en nómina del dictador soviético mediante el NKVD que después sería llamado KGB.

Mientras la utilidad de cualquier fiesta pagana como el día de la región o el de la constitución sea tan ociosa como quedarse en la cama acostado, usarla como puente para viajar o salir de paseo en bici, como cualquier otro festivo, aunque todavía alguno vaya a esa manifestación del primero de mayo que lejos de ser el día del trabajo se ha convertido en el día de unos sindicatos de clase, bien regados con nuestros impuestos y dedicados a hacer el caldo a gobiernos de la izquierda, mientras hacen como que hacen algo por los trabajadores, aunque sea portando carteles fabricados en serie con bus y bocadillo pagados.

Cuando se celebran fiestas tradicionales como La Inmaculada Concepción el 8 de Diciembre, El día de la Virgen en Agosto, Viernes Santo o el día de Navidad a casi nadie se le ocurre hacer otra cosa que no sea subir a La Santa, acompañar a Virgen en multitudinarias romerías, vestirse de nazareno y estar con la familia o lo que quede de ella, al calor de una buena lumbre comiendo dulces de pascua y cantando villancicos frente al Belén.

Estas son alguna contradicciones de una nación que vive negándose a sí misma desde que en los años 70 los adalides de la transición política fomentaran en España su obsesión por lo laico, intentando arrinconar parte de nuestra tradición cristiana cuando el BOE en manos del PSOE elimino fiestas tradicionales como Jueves Santo o el día del Corpus imponiendo festivos artificiosos, jugando con la ventaja de que nadie se opondría a la creación de nuevas fiestas en un país donde el jolgorio es también una razón de ser. Buen ejemplo de ello son los días de las comunidades autónomas en detrimento del día de la Nación que en demasiados sitios ya, ni se conmemora o el día de la Constitución, frente al día de la Inmaculada Concepción.

Lo gracioso es que festivos implantados artificialmente por políticos mediocres se promocionan de manera insistente desde la más tierna infancia en nuestros colegios a pesar de que la festividad impuesta el 6 de Diciembre no tendrá sentido el día que en España se cambie la constitución y se plebiscite en otra fecha, mientras el día de la Purísima o la Romería de Santa Eulalia pervivirán a lo largo de los siglos y como el Camino de Santiago cada día acogerán a más feligreses, pese a la transformación del Camino en ruta turística, como posiblemente algún día la Romería de Santa Eulalia, la del Rocío o las procesiones de Semana Santa serán unos fósiles de las raíces de nuestra verdadera constitución como nación.

José Munuera Lidón