CARTA REMITIDA POR EL CONCEJAL SOCIALISTA ELECTO VÍCTOR BALSAS AL MINISTRO CRISTÓBAL MONTORO
Sr. Ministro:
Mi nombre es Víctor Balsas Cánovas y, desde el pasado 24 de
mayo, soy concejal electo por la candidatura del PSOE al ayuntamiento de Totana.
Me dirijo a usted para exponerle y reclamarle lo siguiente:
Como mejor que nadie conoce, el alto nivel de endeudamiento
de miles de municipios de este país no lo es como consecuencia del decisivo
esfuerzo de sus regidores por conseguir para sus vecinos una auténtica sociedad
del bienestar a partir de la congruencia presupuestaria.
Un amplio repertorio de dispendios, abusos, irregularidades
y, en muchos casos, cohechos, malversaciones y actos delictivos, están detrás
de la quiebra financiera de muchos de esos ayuntamientos. Quiebra que repercute
en los vecinos contribuyentes en forma de aumento de impuestos o de supresión o
deficiente prestación de servicios públicos.
Uno de esos pueblos, es el mío, Totana, en la provincia de
Murcia. Durante 12 años, ha sido gobernado por compañeros de su partido con
mayoría absoluta, situándonos en el puesto 72 del ranking de los más endeudados
de España y en el TOP 10 de los más conocidos por corrupción.
De una deuda estimada en 8 millones de euros en el año 2003,
hemos pasado a la asfixiante, impagable y paralizante cantidad de 150 millones.
Desde el pasado 24 de mayo, los totaneros y totaneras,
estamos condenados (gobierne quien
gobierne) a la marginación política y social consecuencia de ineptos y
corruptos que, tampoco, tuvieron el freno de organismos y tribunales objetivos
que impidieran semejante losa sobre el futuro desarrollo de Totana.
Desde su ministerio, se facilitó el engorde de la deuda con
los sucesivos planes de pago a proveedores que, si bien, han cumplido la justa
función de saldar gran parte de la deuda con estos acreedores, no han podido evitar
ser los ejecutores definitivos de nuestra ruina.
La incertidumbre (ya
casi certeza) de no percepción de salarios de los empleados municipales, la
parálisis en la gestión cotidiana, reducida a un parcheo de calle o cómo lograr
el imprescindible material para que los trabajadores lleven a cabo sus tareas,
constituyen y constituirán el paradigma de gestión de los representantes del
pueblo, ahora y en los próximos lustros.
Y en mi pueblo no hay aeropuertos sin aviones, railes sin
tranvía, ni centros de arte dramático ni auditorios. En mi pueblo, 30.000
habitantes, hemos llegado a tener una plantilla de empleados municipales
cercana a las 675 personas, sueldos astronómicos por encima del propio
presidente del gobierno, servicios ridículos y surrealistas a la vez que
intolerablemente caros, políticas de subvención clientelar escandalosa y así
una enorme gama de disparates económicos que nos han traído a la antesala del
colapso económico y administrativo.
ERES, ya se han hecho, privatización de servicios ni le
cuento, pero mire por donde, han tenido que remunicipalizar el servicio de
aguas, para poder atender el pago de las nóminas.
Por ello, usted o alguien de su ministerio tendrá que explicarnos cómo podrá
Totana, en las próximas décadas, caminar por la senda de un progreso y
desarrollo decentes con presupuestos municipales de 29.000.000 millones de
euros de los que apenas se ingresan 18.000.000 millones.
O nos condona la deuda al estado y sus organismos autónomos y
nos ayuda a refinanciar el resto con los bancos o como habrá podido deducir,
hay que cerrar el pueblo, declarar la bancarrota y la suspensión de pagos y someternos a una severa depresión económica,
sin que los responsables de estos abusos rindan cuentas y paguen ante tribunal
alguno la irresponsabilidad de sus
actos.
Usted tiene la radiografía exacta de lo que le cuento y sabe
perfectamente que a no mucho tardar, muchas familias quedarán sin ingresos,
nuestras calles se verán inundadas por toneladas de basura, servicios públicos
básicos desaparecerán y los que queden, sufrirán un mayor deterioro del que ya
padecen. Los proveedores dejarán de suministrarnos y para pagar lo que se les
adeude habrá de recurrirse a un nuevo plan de pago y al aumento de la deuda. No
puede recetarnos más recortes, salvo que quiera condenar a los vecinos de
Totana a la única condición de contribuyentes sin más horizonte que pagar y pagar
sin recibir nada a cambio.
Cuando un pueblo como Totana alcanza estos niveles de endeudamiento, es que algo ha fallado en los mecanismos de control públicos y de la banca privada y ahora, los totaneros y totaneras no debemos ser los paganos de los actos de ineptos y corruptos representantes políticos.
Tenga mi consideración y mi respeto, que no mi respaldo, a
sus medidas económicas, y convenga conmigo en que rescatar a un pueblo, es,
además de humano, más decente que hacerlo con un banco o una autopista.